Tokio, Japón.- Los japoneses menores de 40 años están perdiendo el interés en las relaciones amorosas convencionales:
No quieren salir en pareja y muchos no quieren ni complicarse con el
sexo. Un reciente sondeo revela que un 46% de las mujeres entre 16 y 24
años no están interesadas en el contacto sexual y más del 25% de los hombres se sienten igual.
Las relaciones a largo plazo y el contacto humano están siendo reemplazados por el sexo casual o apareamiento corto, la pornografía en internet, las "novias" virtuales y las caricaturas anime.
La sociedad japonesa se encuentra atrapada entre las fuertes tradiciones y la reacción de las nuevas generaciones ante la incertidumbre económica por la que ha pasado el país. Esto ha generado conflictos emocionales internos que conducen a un distanciamiento social y aislamiento sexual con el que cada vez se sienten más cómodos los japoneses.
Todo lo que implican esas relaciones -con el alto costo de la vida y el gasto adicional para criar hijos- ha hecho que se conviertan en algo problemático.
Con poco dinero para cortejar una novia y poco dispuestos a contraer matrimonio, se ha creado una nueva clase de hombre que los medios han dado en llamar soshoku danshi o herbívoros. Una especie de heterosexual que no tiene apetito por la experiencia carnal del sexo.
Esta abstinencia puede también llegar a extremos patológicos de reclusión como son los hikikomori o "encerrados" que casi no ponen un pie afuera, los otaku o "geeks-desadaptados" y los parasaito shingurus o "solteros parásitos" - la mayoría de quienes entran en esta categoría son hombres mayores de 30 años que aún viven con sus padres.
Se calcula que unos 13 millones de solteros viven en casa de los padres, más o menos tres millones de ellos tienen más de 35 años. Tienen aversión hacia el matrimonio y al contacto físico, sus experiencias por lo general son solitarias, consumen pornografía en internet o son aficionados a las caricaturas hípersexuales anime.
Por su parte, las mujeres japonesas se han vuelto más independientes y ambiciosas. Sin embargo, las actitudes conservadoras hacia el hogar y el trabajo persisten. Para la mujer activa la presión de un compromiso romántico se ve cada día más como una carga, un lastre monótono y han desarrollado una especie de fobia contra las nupcias.
El Instituto de Población y Seguro Social de Japón informa que 90% de las mujeres jóvenes piensan que seguir solteras es preferible incluso algunas consideran el contacto físico repugnante.
Aún cuando se casan o están en relaciones serias, los japoneses tienen muy poco sexo, según varios sondeos. Uno de ellos indicó que apenas 27% dicen tener sexo cada semana.
Las relaciones a largo plazo y el contacto humano están siendo reemplazados por el sexo casual o apareamiento corto, la pornografía en internet, las "novias" virtuales y las caricaturas anime.
La sociedad japonesa se encuentra atrapada entre las fuertes tradiciones y la reacción de las nuevas generaciones ante la incertidumbre económica por la que ha pasado el país. Esto ha generado conflictos emocionales internos que conducen a un distanciamiento social y aislamiento sexual con el que cada vez se sienten más cómodos los japoneses.
Todo lo que implican esas relaciones -con el alto costo de la vida y el gasto adicional para criar hijos- ha hecho que se conviertan en algo problemático.
Con poco dinero para cortejar una novia y poco dispuestos a contraer matrimonio, se ha creado una nueva clase de hombre que los medios han dado en llamar soshoku danshi o herbívoros. Una especie de heterosexual que no tiene apetito por la experiencia carnal del sexo.
Esta abstinencia puede también llegar a extremos patológicos de reclusión como son los hikikomori o "encerrados" que casi no ponen un pie afuera, los otaku o "geeks-desadaptados" y los parasaito shingurus o "solteros parásitos" - la mayoría de quienes entran en esta categoría son hombres mayores de 30 años que aún viven con sus padres.
Se calcula que unos 13 millones de solteros viven en casa de los padres, más o menos tres millones de ellos tienen más de 35 años. Tienen aversión hacia el matrimonio y al contacto físico, sus experiencias por lo general son solitarias, consumen pornografía en internet o son aficionados a las caricaturas hípersexuales anime.
Por su parte, las mujeres japonesas se han vuelto más independientes y ambiciosas. Sin embargo, las actitudes conservadoras hacia el hogar y el trabajo persisten. Para la mujer activa la presión de un compromiso romántico se ve cada día más como una carga, un lastre monótono y han desarrollado una especie de fobia contra las nupcias.
El Instituto de Población y Seguro Social de Japón informa que 90% de las mujeres jóvenes piensan que seguir solteras es preferible incluso algunas consideran el contacto físico repugnante.
Aún cuando se casan o están en relaciones serias, los japoneses tienen muy poco sexo, según varios sondeos. Uno de ellos indicó que apenas 27% dicen tener sexo cada semana.
Los hombres japoneses prefieren novias
virtuales a tener sexo, situación que es considerada una alerta nacional
por el Gobierno. Esta actitud es normal en los japoneses menores de 40
años, pero también lo es entre las japonesas. También las mujeres se
niegan a salir en pareja o a formar relaciones estables o matrimoniales.
Esta situación esta afectando la taza de
natalidad de Japón. De hecho, la misma ya se había visto reducida
porque los japoneses casados o en pareja no practican mucho el sexo, los
estudios indican que apenas el 27% lo practica semanalmente.
Actualmente el país tiene 126 millones de habitantes, pero con este
panorama se espera una pérdida de un tercio de la población para el
2060. De hecho, en 2012 sólo nacieron un poco más de un millón de bebes
(fue la cifra más baja en 16 años).
Los hombres japoneses
Más del 25% de los hombres de Japón que
tienen entre 16 y 24 años detestan el contacto físico y más aún el
sexual. Remplazan las relaciones a largo plazo y el matrimonio con
pornografía, animes con alto contenido erótico y novias virtuales. Esto
significa que, a pesar de sus aversiones, no son asexuados sino que
buscan la satisfacción en solitario.
Esta situación se ha visto facilitada
por el gran avance tecnológico experimentado por Japón. Los mundos
virtuales tienen una calidad tan elevada que parecen reales e invitan a
esta nueva generación de japoneses a refugiarse en ellos.
Existen programas especiales como Love Plus,
donde el usuario puede crear una novia virtual y vivir su propia
historia de amor. “Ella va a la escuela. Pasa a recogerme en las mañanas
y vamos juntos. Después de clases nos encontramos en la entrada y
caminamos juntos a casa… en el juego yo tengo 17 años”, cuenta Yuge, un
japones de 39 años que mantiene una relación virtual.
Para estos jóvenes tener una novia virtual es mucho más sencillo que salir con alguien de carne y hueso. “Con novias
de verdad uno tiene que considerar el matrimonio, así que lo pensaría
dos veces antes de salir con una mujer en tres dimensiones”, opina
Nurikan, quien creo a su novia Rinko con un programa de computadora.
El caso de las mujeres
Las japonesas se están tomando muy al
pie de la letra el proverbio que dice “el matrimonio es la tumba de la
mujer”. Es que para una ellas es complicado trabajar y tener hijos, esto
se debe a que la igualdad entre los sexos no es un derecho adoptado del
todo. De hecho, el 70% de las mujeres de Japón abandona su empleo luego
del primer hijo. Por eso, aquellas que son ambiciosas en lo que refiere
a su carrera laboral optan por dejar de lado el matrimonio y las
relaciones estables.
El 46% de las japonesas que tiene entre
15 y 24 años consideran repugnante el contacto físico y un peso mantener
una relación formal y estable. Según el Instituto de Población y Seguro
Social de Japón, el 90% de las mujeres jóvenes piensan que seguir
solteras es preferible a lo que se imaginan será el matrimonio.
Esto demuestra que los patrones
culturales tradicionales donde el esposo se dedicaba 20 horas al trabajo
y la esposa oficiaba de ama de casa, están siendo fuertemente
cuestionados.
Las causas
La falta de garantía de encontrar un
trabajo vitalicio y de conseguir solvencia económica es una de las
razones de esta situación. Se considera que cortejar una novia y
mantener luego una familia es algo costoso. Mucho más accesible es
entonces conseguirse una novia virtual.
Los constantes desastre ambientales y
nucleares que afectaron y que pueden afectar al continente también
colaboran en que los jóvenes japoneses piensen así. Han perdido toda
confianza en el futuro y por lo tanto no desean proyectar a largo plazo.
Encuestas
La Asociación Japonesa de Educación
Sexual dio a conocer los resultados de una encuesta realizada entre
estudiantes japoneses. Los resultados fueron que el 40% de los
estudiantes era virgen, mientras que el 35,1% de los adolescentes entre
16 y 19 años afirmaron no estar interesados en el sexo. Según esto, las
cifras se han duplicado en comparación con el 2008, cuando el porcentaje
de desinteresados en las prácticas sexuales era de un 17,5%.
Por otro lado, una encuesta del
Ministerio de Salud destaca que el 90% de los estudiantes no recibió más
que un suficiente en educación sexual, lo que quiere decir que
aprobaron con lo justo. De hecho, en esta sociedad el sexo es tema tabú y
nadie habla de su vida privada, lo cual no ayuda a mejorar la
situación.
Estos hombres japoneses que prefieren novias virtuales
a tener sexo son llamados por los medios herbívoros, ya que no sienten
interés en la experiencia carnal del sexo. También son catalogados como
solteros parásitos porque que siguen viviendo con sus padres, de hecho
se calcula que son 13 millones los que se encuentran en esa situación
(de los cuales tres millones tienen más de 35 años). Cuando esta
abstinencia llega a extremos patológicos de reclusión se los caratula
como los encerrados o los geeks desadaptados.