Don Prófugo
Don Pro Culo
Alias: Don Prófugo, Don Procuro, Don Pro Culo, Don Proculero. 
Ubicación: El pueblucho de Tulancingo, Hidalgo.
Descripción: Explotación laboral y abuso. 

A principios de año me llamaron de una empresa para hacer un estudio de calidad de ciertos lugares, ya sean de esparcimiento, locales comerciales y de autoservicio, etc. Entre ellos uno de los que me tocó visitar, fue este restaurante de nombre Don Procuro, en la ciudad de Tulancingo.


Pues bien, la comida no es tan mala, tampoco tan buena, lo normal en un restaurante de este tipo, aquí lo importante es la atención que se debe de brindar al cliente, cosa de la cual Don Procuro deja mucho que desear, no por nada la gente les ha dejado algunos comentarios negativos en su página de Facebook.

Los dueños del local son dos hermanos que supuestamente trajeron al pueblo de Tulancingo un concepto totalmente nuevo y diferente de comida, lo que se olvidaron fue de aprender a tratar bien a sus empleados ya que gracias a ellos es que cualquier negocio funciona correctamente, pero parece que olvidaron también que la reforma laboral indica que la jornada es de 8 horas, cosa que ambos dueños se pasan por el forro, ya que hacen que sus trabajadores lleguen desde las 12 del medio día y terminen de trabajar hasta pasadas las 3am, todos los días de la semana, estamos hablando de 16 horas de trabajo continuo, y una vez que cierran o llegan a abrir al día siguiente le arreglan el local, sin irse hasta terminar, si eso no es explotación entonces no se que será, eso aunado a que a los meseros y trabajadores no les dan más que 10 minutos para comer (de pie, como todo el resto de la jornada), al menos en otros lugares si no les dan una hora de comida, por lo menos una media hora para poder comer tranquilamente, cosa que no pasa en este lugar, aparte de que si por algún motivo el lugar tuviera bastante gente, no dejan comer a los empleados a su hora, si no hasta que se les de la gana, bajo estas circunstancias yo no esperaría que los empleados puedan dar un buen servicio, es comprensible y más vestido de esa forma.

Aún así les di propina al muchacho que nos atendió, sin importar la calidad del servicio, recuerdo que, uno de los dueños, el gordo que no sabe hablar bien, se encerró en la cocina a discutir con uno de sus empleados, el jarocho, sobre una tontería de una salsa que el señor Procuro había inventado,  (solo le faltaba patentarla),  y exigía que sus empleados la hicieran tal cual el ordenaba,  si no, la salsa estaba mal hecha, tanto presionaba a sus trabajadores que incluso uno de ellos le quemó una licuadora por estar preparando la mentada salsa sin darse cuenta que debajo de ella había agua y los aparatos con el agua no se llevan, a otra de las meseras se puso a regañarla por servir lo que los clientes pedían para llevar en recipientes de unicel, en lugar de papel aluminio, a otro por romper platos y vasos de vidrio, etc, cosas normales debido a la falta de organización y a un pésimo trato al personal, del sueldo ni vamos a hablar aquí, ni de que los trabajadores no firman contrato ni tienen prestaciones de ley. Espero de verdad que las cosas cambien un día y no traten al trabajador como un maldito esclavo.


Pero que contenta se ve la empleada en esta foto. Debe ser la ostia trabajar ahí.